¿DONDE PODRIA ENCONTRAR?

Un te de manzanilla, con ron de pacotilla y mucha melancolía, hacen un efecto puñeta de sentirme poeta y escribir una melodía.

Y no puedo evitar volverme a preguntar, ¿donde podría encontrar?

tus ojos sobre mi cara, tus labios sobre los mios, tu pelo sobre mi almohada

poder ser tu profeta, escribirte mil canciones, bañarte de bendiciones

y explorar sin interrupciones tu pubis asta su veta

cantarte al amanecer con los violines de las flores, despertarte y reconocer el perfume en los colores

descubrir tu mas allá, arrimarte mas pa' haca, conocer tu cumpleaños y alejarnos del rebaño

yo te busco y nunca encuentro el momento indicado para no hacerme daño en el intento

¿donde podría encontrar? la promesa de mis musas y declarar de mis noches confusas la abolición

¿busco la claridad en un banco de niebla?

¿como se que en verdad tengo los pies en la tierra?

Ebrio de melancolías escribo mis melodías que entonare un día, quiza cuando sepa lo que es amar

y sentirme un ser amado.

Si tu me puedes ayudar a aclararme mis cuestiones, ven a darme un par de lecciones y enseñame lo que es amar

sin cobro por adelantado

dicen que el amor no se busca, él te encuentra

yo estoy seguro que el cabrón, a perdido mi dirección

vivo en la calle soledad, en la ciudad ilusión, apartamento para dos, interior: basio

una disculpa por favor, son cosas de mi cabeza, quiza algún día pueda escribir algo mucho mejor, se de mi rima su pobreza, ¿pero que se puede esperar de un hombre y sus tristezas?

Creo que he comenzado a confundir...melancolía y alcoholía.

O se han empezado a fundir, bohemia e ironía.

Se ha evaporado el te de manzanilla, al golpe del ron barato, como se evaporan mis ganas de seguir este relato.

Me despido con vergüenza, no sin antes recordar, la dirección a donde pueden mandar, a ese amor que es tan ingrato.

vivo en la calle soledad, en la ciudad ilusión, apartamento para dos, interior: basio

tal ves no me valla a encontrar, pues la he salido a buscar, puede reconocerme en la calle pues llevo un prendedor...

de amores fallidos